Hay momentos de la vida donde nos damos cuenta quienes son las personas que verdaderamente nos quieren, quienes son los que valen la pena, a quienes le importamos y a quienes no; las personas que están no solo en los momentos buenos sino también los que están en los peores momentos, aquellas en los que podemos confiar siempre, aquellas que cuando saben que nos estamos equivocando están ahí para guiarnos, aquellas que cuando estamos mal nos palmean la espalda y nos dan esa mano o ese abrazo tan necesario, aquellas que por mas que estemos llorando a moco tendido nos sacan esa sonrisa tan necesaria, aquellas personas maravillosas que con solo una palabra nos hacen sentir mejor, y que con esa sinceridad cruel nos hacen ver las cosas desde otro punto de vista, para que cambiemos y seamos mejor, aquellas personas hermosas que nos dan esos consejos tan justos en el momento justo.
Esas personas que por mas que haga poco que nos conocen pareciera que nos conoces de toda una vida, aquellas personas que son capaces de soportar hasta el peor de nuestros mal humores o arranques, aquellas personas que como están para nosotros, nosotros estamos para ellas sin pedir nada a cambio, sino porque les tenemos un aprecio tan grande no solo porque estén ahí, sino porque justamente son personas maravillosas, no pongo roles porque no hay roles, son personas que se cruzan en nuestro camino y aunque sea por un ratito se meten en nuestras vidas para mejor, algunas para peor, pero en fin siempre sacamos eso positivo que nos trasmiten mientras están, algunas duran mas y otras menos; es una sensación magnifica saber que podemos contar con ellos, como también es magnifica la sensación de saber que podemos ayudarlos siempre que nos necesiten. Porque son personas especiales que significan mucho en nuestra vida. Son personas que no queremos perder, y que tratamos de cuidarlas como podemos, a veces es suficiente y a veces no, pero lo que si puedo decir es gracias, gracias por aparecer en nuestra vida.
By Antonella Baez.
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